*Las imágenes de monstruos y monstruosos de este articulo son de artistas, escritores y cineastas con Marte oposición Plutón en su carta natal.
Plutón y la catarsis social
El 3 de noviembre, Marte en Cáncer formará la última oposición a Plutón en Capricornio en nuestras vidas.
Plutón está en el 29° de Capricornio en este momento, preparándose para entrar definitivamente al signo de Acuario y cerrar esta era capricorniana en la que hemos estado desde el 2008.
Como Plutón es el planeta que más se demora en orbitar el Sol (246 años), sus movimientos nos hablan de cambios generacionales: sociales, culturales y políticos. Las “eras” astrológicas son en mayor parte definidas por los ciclos de Plutón, sus cambios de signo y sus aspectos con otros planetas lentos (Neptuno, Urano, Saturno y Júpiter).
Plutón es el planeta del poder elemental, la profundidad y la intensidad. Representa el inframundo. Es volcánico, catártico, destructivo y regenerativo. Impulsa, quema, consume, transfigura y resucita. Está encargado de lo criminal, de lo extremo y fatal. Plutón es demoníaco, tabú, desinhibido, iracundo y liberador. Ha sido asociado con guerras, desastres naturales, crisis nucleares, masivos secretos revelados y momentos de trauma y catarsis colectivos.
Plutón fue descubierto por el astrónomo Clyde Tombaugh (quien en su carta tenía a su Luna en conjunción exacta con Plutón) en 1930. El astrólogo Richard Tarnas ha argumentado que el descubrimiento del «planeta del inframundo» en 1930 abrió una puerta simbólica a una era definida por un brote colectivo de lo que Darwin llamó «el hervidero de los instintos». La segunda mitad del siglo XX fue una vorágine plutoniana: las consecuencias del holocausto, la guerra nuclear, el boom de los asesinos en serie, el auge del capitalismo y su cínico individualismo, la crisis climática, los tiroteos escolares, etc.
El descubrimiento de Plutón concurrió con la liberación de un tipo de maldad irracional y desenfrenada que había estado encerrada en un pozo sin fondo durante 2 milenios de cristianismo.


Plutón en Capricornio y el colapso de las instituciones
Para los helenísticos, los signos eran ideas en la mente de Dios: paradigmas sobre el ser y la existencia, eternos e ineludibles. Los planetas eran los interlocutores a través de los cuales estas ideas eran anunciadas.
Solo podemos considerar sensorialmente la idea universal que simboliza un signo cuando un planeta la presenta ante la Tierra y la traduce a su manera. Por ejemplo, sólo podemos considerar sensorialmente las ideas de justicia y equilibrio de Libra cuando el Sol pasa por la constelación de Libra y nos presenta esta idea a través de su luz, creando el equinoccio de otoño, el momento en que el día y la noche se equilibran y llegan a su justa proporción.
En otras palabras, el signo es la canción y el planeta, el intérprete. El signo es el currículo; el planeta, el profesor.
Si nos imaginamos a Plutón como el intérprete de la partitura y el pensum capricorniano, la imagen es sórdida. Plutón es un intérprete destructivo, que expone, denuncia y aplaca. Así que cuando es el interlocutor de Capricornio, las ideas de este signo —sus preocupaciones y apetitos— serán bombardeadas por Plutón hasta revelar su verdad más cruda.
Capricornio es el primer signo de Saturno, el planeta del tiempo. Es un signo invernal, de tierra, y está asociado con la idea de la montaña, con las estructuras materiales lo suficientemente cristalizadas e inamovibles para resistir el paso del tiempo. Simboliza el poder tradicional, las instituciones y la autoridad. Es el signo de la ley y el orden, de la seguridad y el control. Rige lo sólido, lo convencional, certero, rígido y pesado.
En retrospectiva, se vuelve evidente cómo la entrada de Plutón a Capricornio en el 2008 marcó un periodo en el que cada institución, certeza, tradición, noción de autoridad y de poder absoluto se cayó visceral y completamente. Se nos revelaron verdades desagradables y oscurísimas sobre el sistema bancario y político, la industria de Hollywood, Big Tech, la industria farmacéutica, la academia, las agencias de inteligencia, la institución del matrimonio, el periodismo tradicional, la iglesia católica, la FIFA, la industria alimenticia, el sector energético, las ONGs, entre otros.
Todo en lo que creíamos fue expuesto no solo como una gran mentira, sino como un gran monstruo. Plutón dice la verdad, desoculta. Gime, aúlla, y hasta que no lo escuchemos, con su micrófono de obsidiana, crea un feedback estridente que ataca nuestros sentidos como un millón de cortadas de papel. Plutón en Capricornio nos ha estado contando una historia espeluznante sobre lo corrosivo que es el poder absoluto al compás de su música siniestra.
Estoy segura de que al menos una vez en los últimos 16 años, esta música ha erizado la piel de hasta del más escéptico y anti-conspiranoico. El siseo helado y hueco de la viperina verdad plutoniana nos ha despertado de un ensueño y nos ha obligado a abandonar para siempre la delusión de que los poderosos son benevolentes. Al son de Plutón, perdimos nuestra tonta y dulce inocencia sobre el poder para nunca más recuperarla.


La grand finale de Plutón en Capricornio
Si pensamos en Plutón como un volcán, amenazante, lento y fatal, podemos concluir que, como un volcán, Plutón no siempre está despierto y activo.
La mayoría del tiempo, Plutón trabaja silente; en sus adentros borbotea algo tenaz, pero desde afuera se puede confundir con una inocua montaña.
Es solo cuando otro planeta lo toca con su mirada que se activa el volcán. La palabra latina aspectō significa “mirar atentamente”. Cuando un planeta aspecta a otro planeta, lo aviva con su atención. Solo sentimos que realmente existimos cuando otro nos atestigua.
Esta semana, Plutón forma su último gran aspecto y se activa el volcán capricorniano por una última vez. Atestiguado por Marte, Plutón dará su grand finale, su show de despedida; ruge en el lenguaje capricorniano una última vez antes del 19 de noviembre, el día en el que abandonará a Capricornio para siempre (hasta el 2254).
Plutón en Capricornio en oposición a Marte en Cáncer
Para entender de qué se tratará esta grand finale, tenemos que:
Entender la conversación arquetípica que tienen Plutón y Marte cuando se miran cara a cara.
Devolvernos al pasado para ver qué ocurrió en la historia la última vez que se dio esta configuración exacta en el cielo.
La conversación arquetípica entre Marte y Plutón
Plutón y Marte son parientes de la misma familia bélica, del mismo clan de bullies y guerreros. Marte es el impulso; Plutón, la consecuencia más devastadora y real de ese impulso. Marte es la guerra; Plutón, el cadáver. Marte es el político; Plutón, la corrupción. Marte es el sexo; Plutón, la enfermedad venérea. Marte es el parto; Plutón, el alarido del bebé al nacer.
Cuando estos dos se oponen, surge una tensión entre nuestros impulsos y sus consecuencias. Son momentos intensos, en los que podemos sentirnos existencialmente amenazados por nuestras propias pulsiones o las de otros. Podemos entrar en un estado automático de supervivencia, presintiendo una posible muerte, un karma, una repercusión. Escuchamos los pasos del usurero aproximándose a nuestra puerta y, si no tenemos con qué pagarle, sabemos que lo peor puede suceder.
Esta tensión entre ímpetu y consecuencia puede ser destructiva o creativa: podemos tocar fondo y pagar el precio de llevar una situación al límite, o bien ver el lado constructivo de nuestros impulsos más titánicos, ya sea terminando una gran obra, saldando una deuda enorme o finalmente liberándonos de un patrón adictivo.
Todo tipo de colisiones pueden ocurrir, y si somos honestos con nosotros mismos, ya las veíamos venir. Son momentos en los que no nos protegen ni la suerte ni los ángeles. Si hemos abusado de nuestro Marte, enfrentaremos las consecuencias de nuestro desorden.
El borracho se estrella. El ludópata se quiebra. El workaholic se enferma. ¿Por qué? Porque ignoraron el llamado de Plutón a ver la verdad sobre su condición, de sus fracasos y sus compulsiones.
Tenemos dos opciones: responsabilizarnos de nuestro propio infierno o dejar que algún infierno externo nos torture hasta que lo hagamos.


Marte en Cáncer vs. Plutón en Capricornio
Si agregamos una capa más a esta tensión, vemos que estos dos planetas nos obligan a confrontar y aceptar un paradigma específico en nuestras vidas: el de Cáncer y Capricornio.
Marte en Cáncer nos impulsa a proteger la seguridad de nuestro territorio y de nuestra intimidad. Plutón en Capricornio, nos obliga a asumir las consecuencias de esa soberanía: el precio monstruoso de la libertad.
Esta oposición se dará en el tercer decano de Cáncer y Capricornio. Johannes Angelus, astrólogo renacentista, describió el tercer decano de Cáncer como uno de 'cacería, persecución de fugitivos, obtención de bienes mediante la guerra, y contención entre los hombres'. Del mismo modo, definió el tercer decano de Capricornio como uno de 'codicia, deseo de dominio, insuficiencia y sospecha'.1
Así se da la conversación:
Marte le dice a Plutón, con voz de adolescente iconoclasta: 'Quiero movilizarme en contra de las fuerzas autoritarias. Desentumercerme. Franquear todas las barreras para alcanzar, por fin, el bienestar lunar de Cáncer: mi tierra, mi seguridad, mi propia riqueza emocional y material. Vencer la inercia y el hastío, cortar el cordón umbilical que me ata al poder corrosivo, a mi papá, a mi jefe, a quienes me sofocan y someten. Quiero reventar el diminuto enclave de mis miedos y cabalgar contra las olas de la dominación para volver a casa, a mí mismo. '
Y Plutón le responde con su voz insolente y carrasposa: '¡Qué bonito Marte! Pero, para llegar a ese paraje soberano y libre, tendrás que pagar un peaje. Para trascender los grilletes paternalistas, hay algo que debes sacrificar: la comodidad y el control. La independencia que buscas está del otro lado de la inseguridad total. Mientras sigas intentando controlar tu reputación, tus relaciones y tu verdad, nunca serás realmente libre. Si quieres tu propia tierra, salvaje e emancipada, tienes que cortar de raíz el amparo de la tierra custodiada. Salir a la intemperie, a la despiadada naturaleza, a la cruel variabilidad de los elementos. Sólo al destruir la ilusión del control encontrarás el autodominio'.
Para vivir nuestro ímpetu, en todo su rojo fulgor, debemos renunciar al nido corroído y mirar de frente a la terrible tarifa de nuestros deseos.


La oposición Marte en Cáncer vs. Plutón en Capricornio en la historia
La Batalla de Brooklyn
La última vez que se dio esta oposición exacta entre Plutón en Capricornio y Marte en Cáncer en el tercer decano de estos signos fue el 27 de agosto de 1776, el día en que comenzó la Batalla de Brooklyn, el enfrentamiento más grande de la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos y la primera tras la declaración de independencia.

Esta fue la primera vez en la guerra que los americanos se enfrentaron a los británicos cara a cara. Después de declarar la independencia el 4 de julio y firmar la declaración el 2 de agosto de ese mismo año, llegó Plutón y le dijo a Marte: qué lindas ideas, ahora prepárate para pagar por ellas.
La Batalla de Brooklyn marcó la derrota más devastadora del ejército americano. Tras un mes de guerra y una tasa de mortalidad del 98 % entre los combatientes americanos, los británicos tomaron Nueva York, que no pudo ser recuperada hasta siete años después.2 Esta derrota, aleccionadora y brutal, marcó el punto más bajo del ejército independentista. Estados Unidos tocó fondo, dejó ir a su isla más preciada como tótem sacrificial de su inminente libertad. Pagó el peaje monstruoso para renacer soberano.
No creo que sea coincidencia que este aspecto se perfeccione dos días antes de las elecciones de Estados Unidos. Tal vez, esta grand finale de Plutón en Capricornio está anunciando la última roca de la institución americana resquebrajándose, la última ilusión de grandeza colapsando en su propio peso.
La única predicción que haré es que la verdad absoluta del país se desnudará y revelará la totalidad del monstruo capricorniano: la cabra endemoniada, la criatura codiciosa, el aliento fétido de Pan, la maldad de la maldad en todo su crudo esplendor. Si Estados Unidos quiere regenerarse, tendrá que pagar con la verdad, exponiendo su podredumbre ante el mundo.


Consejos para bailar y no chocar con Plutón durante su grand finale
*Estos aplican especialmente si tienen planetas en los grados 20 a 29 de Cáncer, Capricornio, Libra o Aries
Discierne a quién y qué cazas. Si vas a perseguir algún objetivo, que sea uno puro y diáfano. Actúa éticamente. Aléjate de pensamientos y situaciones turbias. Protégete. Cuestiona todas las motivaciones, propias y ajenas. Sé valiente, pero no corras riesgos innecesarios. Sé estratégico, pero no paranoico. No provoques a los demás. No te dejes poseer por deseos insaciables. No engañes ni obtengas lo que necesitas por la fuerza. Sé sincero. Purifica la envidia y el resentimiento. Trabaja la arrogancia. Enfrenta la verdad. Mira y nombra al monstruo. No te resistas a lo inevitable. Trátate con suavidad. Trata a los demás con suavidad. Juzga con compasión y aplica el principio de caridad. Suelta.


“Cuando llega la crisis final... cuando ya no hay salida, ese es el momento en que estallamos por dentro y surge lo totalmente nuevo: la súbita aparición de una fuerza, de una seguridad de origen desconocido, que brota más allá de la razón, de la expectativa racional y de la esperanza.” - Émile Durkheim
Astrological Optics. 1655
Wowww, me encantó!!! Gracias ✨